miércoles, 10 de febrero de 2010

El último truco

Disfruté mucho anoche viendo el documental realizado por Sigfrid Monleón sobre la figura y el trabajo de Emilio Ruiz del Río, genio de los efectos visuales para mi desconocido hasta ayer.



Mientras iba conociendo su obra y sus inquietudes el paralelismo con la figura del "bricoleur" tan querida para hackers e indianos me resultaba evidente, y no me sorprende por tanto que en el título elegido por Sigfrid Monleón en su blog se refiera a él como "el último artesano".

Me parecen muy interesantes las reflexiones, compartidas por algunos de los directores con los que trabajó (como Trueba o Guillermo del Toro) acerca del nuevo cine basado exclusivamente en efectos digitales. Para Emilio estos efectos carecen de la verosimilitud que él sí consigue gracias a su verdadero truco maestro: incluir la "mentira" -su maqueta- dentro de un marco de verdad -el lugar de rodaje- para dotar al conjunto de verdadera identidad.

Pero junto a su maestría me parecen destacables su espíritu de superación, su perfeccionismo y amor por el trabajo bien hecho, la manera de suplir con ingenio la falta de medios o la ausencia de prejuicios a la hora de compartir sus conocimientos. Como él mismo dice, puede explicar cómo trabaja a cualquiera que tenga interés, pero con esto no va a conseguir mucho porque los trucos y técnicas de por sí no son nada si cada cual no añade el elemento fundamental: una dosis personal de imaginación y creatividad.

En definitiva, mis respetos a un auténtico hacker.

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